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La obesidad tal parece que llego como una plaga, incluso actúa como tal, ya que cada vez son más las personas que la padecen e incluso no pueden controlarla, llevándoles a tener complicaciones en la salud que finalmente terminan con su vida. Lo más preocupante, es que este padecimiento lo sufren las generaciones jóvenes.
Una vida sedentaria, no tener un horario de comida, tener malos hábitos alimenticios (consumir alimento chatarra, refrescos, azúcares), no saber qué es lo que se debe comer y lo que no, entre otros agentes más, contribuyen a que las personas suban de peso. Aquí en México, no es ningún secreto que este país se encuentra en el primer lugar de obesidad.
El sufrir de sobrepeso no solo atrae complejos a la persona, tampoco es un padecimiento que afecte únicamente a nivel estético, sino que afecta a la salud médica, ya que una persona con sobrepeso tiende a desarrollar enfermedades como hipertensión, diabetes y corre el riesgo de sufrir un paro cardiaco.
Tal es el nivel de sobrepeso que presenta la persona, que incluso una dieta no es suficiente para que la persona pierda peso. Conocer la necesidad de los pacientes que sufren obesidad y no poder lograrlo a bases de dietas, da paso a optar por métodos drásticos que ayuden a lograrlo: bienvenido a la cirugía de la obesidad: balón intragástrico, banda gástrica o reducción de estómago. Todos estos procedimientos contribuyen a que la persona pierda peso favorablemente y así pueda no solo adquirir buenos hábitos, sino también recuperar su salud.
Este procedimiento continúa siendo uno de los más preferidos para lograr la pérdida de peso. Anteriormente se introducía en el estómago un balón desinflado, una vez llegado a su destino se procedía a rellenarlo con una solución salina para que éste se inflara y diera al paciente la sensación de estar satisfecho y por ende consumiera menos alimentos.
El hecho de que la persona consuma menos alimentos no significa que se le prive de comidas, lo que ocurre es que se reduce de manera gástrica la cantidad de éstos y se recomiendan solo los que sí son necesarios para la persona.
Si bien, el balón intragástrico no es una cirugía compleja, aunque, sí se requiere pasar por quirófano dos veces: al colocar el balón y al retirarlo; en ambas se requiere de anestesia general. Por el hecho de saber que las personas temen pasar por quirófano, actualmente se están buscando más alternativas que sean menos invasivas.
Balón intragástrico en píldora
Balón intragástrico en píldora o también conocido como autobalón, es un procedimiento que en toda regla se encuentra a la vanguardia y ha dado un paso importante en el mundo de la cirugía contra la obesidad.
Bien, esta nueva técnica consiste en introducir el balón intragástrico por vía oral. El balón tiene la forma de una píldora y está sujeto a un catéter muy fino y largo; la razón de este catéter es para llenar desde fuera el balón intragástrico una vez se encuentre en el estómago.
Si te preguntas cómo saber si el balón intragástrico con forma de píldora llega a tu estómago, es muy sencillo, se le realiza al paciente una radiografía para comprobarlo. Una vez hecho esto, se procede a llenarlo con suero: 550 ml de esta sustancia. Ya que se haya cumplido con la misión de llenado, se desprende el catéter.
La duración de todo este proceso es poca, sólo se requiere de algunos minutos para que el balón quede perfectamente y comience a hacer su función en el paciente. Lo mejor de este método, es que el paciente no necesita pasar por quirófano ni anestesia. Un plus, es que tampoco produce dolor; aunque, los síntomas del balón intragástrico pueden ser los mismos que los de un balón colocado por cirugía: vómito, náuseas.
Prácticamente es la misma función que la de un balón intragástrico convencional: da a la persona la sensación de estar satisfecho, por tanto, no consumirá alimentos en grandes cantidades.
La estancia que el autobalón tendrá en el estómago es alrededor de cuatro meses, en el cual se debe haber perdido por lo menos 12 kilos, claro, siempre y cuando se hayan seguido las pautas del especialista.
Es preciso aclarar que, nada garantiza la pérdida de peso en el paciente si este último no modera el consumo de alimentos que le ayuden a lograrlo. No obtendrá buenos resultados si consume alimentos ricos en calorías.
Cuando los cuatro meses se cumplen, el balón se abre, y éste en conjunto con la sustancia, es expulsado del organismo del paciente a través de la acción de defecar, por tanto, no hay ningún riesgo o daño al intestino al momento de abandonar el estómago.
Las principales diferencias entre esta técnica y la convencional son: se evita pasar por quirófano ya que el balón se introduce al organismo como si de una pastilla se tratase; el periodo del balón en el estómago es mucho menor a diferencia de los que requieren intervención, ya que solo dura cuatro meses y el otro dura de seis a doce meses. Además, no olvidemos que la persona no tendrá que correr ningún riesgo por la aplicación de anestesia.
Tratamientos que también son necesarios
No solo el autobalón va a hacer milagros en las personas: reducir peso. Se requiere de la ayuda de especialistas que en conjunto trabajen con el paciente para lograr excelentes resultados y que éstos se propaguen por más tiempo. La ayuda de psicólogos y nutriólogos va de la mano con el balón intragástrico.
El hecho de acudir por la ayuda de otro tipo de tratamiento es para crear en el paciente buenos hábitos, de nada serviría el autobalón y haber perdido peso si la persona una vez terminado el tratamiento continúa con malos hábitos. Entonces, los profesionales como psicólogos y nutriólogos ayudarán a crear nuevos hábitos y a que el proceso de pérdida de peso sea más fácil.
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