El hombre transexual y sus cirugías

El cambiar de sexo no sólo depende de la decisión y punto de vista de la persona, sino que para lograrlo, es necesario cumplir con ciertos requisitos, ello con la finalidad de hacer entender a la persona que ésta decisión, y una vez accedido a los procedimientos quirúrgicos, es completamente irreversible.

Los requisitos que se deberán seguir al pie de la letra para poder acceder a la reasignación sexual en el mundo de las cirugías son:

• Cumplir la mayoría de edad (18 años).
• Buscar ayuda psicológica, lo cual permite saber que el paciente no sufre ninguna alteración o trastorno. Además, se certifica que la intención de acceder a intervención es con fines al proceso de transexualidad.
• Contar con un certificado que es expedido por especialistas en psiquiatría, lo cual acredita el diagnóstico de transexualidad.
• Someterse a un tratamiento hormonal (durante 9 meses antes de la intervención)
• Firmar documentación que trata del consentimiento del paciente, además, se explica que la intervención es irreversible y sus posibles complicaciones.

Postoperatorio

Es importante destacar y hacerte saber que, si tú estás interesado en una intervención para cambiar de sexo, no faltes a ninguna de las visitas postoperatorias, ya que el equipo de especialistas y cirujanos dará un exhaustivo seguimiento a tu caso. Al igual, en este tiempo se le brindara un diagnóstico, valoración y evolución.

Así mismo, es importante que sepas que se te brindará seguimiento antes, durante y después de la intervención. Es posible que se te asigne un número telefónico para recibir atención personalizada, ello hasta que finalice todo el proceso y se te de de alta definitiva.

Procedimientos

Entre los procedimientos que se requieren en una reasignación sexual de mujer biológica a varón transexual, es la metaidoplastia y la faloplastia. El objetivo de estas dos técnicas es formar un cuerpo masculino y, para ello, se necesita también seguir un tratamiento hormonal.

El cuerpo ahora contará con genitales masculinos, permitiendo su función acorde a éstos, es decir, en posición vertical. Además, en estimulación erógena, también será funcional y satisfactoria.

Al tratarse de la metaidoplastia, se logra reconstruir un microfalo o neopene (3 - 6 cm de longitud / 1.5 – 2 cm de diámetro). Pese a que los resultados son funcionales y cumple con la mayoría de los requisitos, no es capaz de realizar penetración sexual.

La mentaidoplastia se ocupa de trabajar con el clítoris, que una vez el tratamiento hormonal haya hecho su labor, se consigue el micropene y en éste hay sensibilidad, es erógeno y eréctil.

Para la construcción de la uretra, el cirujano realiza algunos injertos tomados de la pared anterior de la vagina, de 5 -7.5 cm de longitud y 2-3 cm de ancho, así como una parte del labio menor. Con lo anterior, el cirujano se permite trabajar y construir la forma tubular de la uretra.

En los labios mayores, se unen de tal forma que se encarguen de ser los nuevos testículos, los cuales se les dará mayor forma con implantes testiculares a base de silicona.

Para realizar este tipo de técnica, se necesita anestesia general y lleva una duración de 5 a 6 horas. En cuanto a la hospitalización, es necesaria una semana, según sea el caso. Después de la cirugía, el paciente debe seguir todos los consejos dictados por su especialista, con la finalidad de evitar problemas o infecciones y, para que los resultados sean los esperados.

Faloplastia

Como su nombre lo indica, se basa principalmente en la reconstrucción de un falo de específicas dimensiones. Para obtener los resultados anatómicos que se desean, se emplea tejido de otras áreas corporales: piel y grasa de antebrazos, muslos, abdomen.

Este neopene al estar construido por tejidos, permite que exista sensibilidad táctil y erógena. Pero, cuando se busca que este neopene realice la función de penetración, es necesaria una prótesis que se implanta después.

Una vez que el pene sea modelado y con las dimensiones anatómicas deseadas, se procede a trasplantar. Para que los resultados sean más específicos y detallados, esta acción se realiza con equipo especial (microscopio), a través de éste se pueden ir suturando arterias y venas que aportan sangre, así como los nervios que serán los encargados de dar sensibilidad táctil. La sensibilidad erógena se logra gracias a un nervio del clítoris que se ajustará en el neopene. Además, el clítoris, permanecerá en la superficie del falo.

Para practicar esta técnica, es necesario emplear anestesia general y lleva una duración de 10 – 12 horas. Al igual, la hospitalización es de una semana.

Mastectomía bilateral

Esta técnica prácticamente consiste en extraer el tejido glandular mamario. La función de este procedimiento es lograr un pecho liso, es decir, que sea estéticamente masculino.

Las areolas mamarias, en este caso, se conservan adecuándolas al tamaño del género masculino y los pezones. Por lo que consiste esta cirugía, las cicatrices serán inevitables.

• Técnica periareolar: indicada para pechos pequeños. La incisión se realiza alrededor de la areola para extraer el tejido glandular. Obviamente por ser menor la cantidad de tejido a extraer, la cicatriz es pequeña.
• Técnica periareolar ampliada: se emplea cuando las mamas son de mayor volumen. En este caso, la incisión es periareolar hasta la zona de la axila. Las cicatrices en esta técnica serán más evidentes.
• Técnica de injerto libre: considerada para pechos de mayor volumen

Después, en el postoperatorio, el uso de faja o camiseta compresiva será requerido alrededor de cuatro semanas. ¿Y las cicatrices? Con forme pase el tiempo, éstas serán menos visibles, además, se pueden ocultar con el pelo del pecho.

Histerectomía y Anexectomía

Estas técnicas quirúrgicas se encargan de trabajar la parte interna del cuerpo femenino, significan un gran paso, ya que se extrae con lo principal del sexo femenino (ovarios, útero y matriz). Con este procedimiento se busca evitar el efecto del tratamiento hormonal, así como las posibles enfermedades que se producen en los genitales.

Para poder llevar a cabo lo apenas mencionado, existen tres vías para abordar esta intervención:

• Abdominal: en esta vía, se realiza una pequeña incisión en el abdomen (parte baja). Por su ejecución, los riesgos son menores.
• Laparoscópica: se requiere realizar tres incisiones separadas, donde se introducirá gas (anhídrido carbónico) que tiene la función de hinchar el abdomen. Pese a que es menos invasiva, los efectos secundarios pueden ser mayores.
• Vaginal: en esta vía, la técnica se caracteriza por ser compleja. Es una técnica que se apunta para aquellas personas que ya han sufrido partos, pues la cavidad vaginal es más amplia.

En estas técnicas, la hospitalización es de tres noches y para practicarlas, se requiere de anestesia general.

Dermopigmentación

Ya se ha conseguido cambiar las partes genitales del cuerpo, ahora, los rasgos faciales son un obstáculo para los resultados finales. Pero, la dermopigmentación, permite precisamente corregir este, por llamarlo así, problema.

Esta técnica es un arma de dos filos, tanto si quieres conseguir resultados en tu físico que te haga lucir masculino, como si quieres lograr resultados que suavicen tus rasgos faciales y sean totalmente femeninos.

Básicamente consiste en inyectar pigmentos minerales que ayudarán a conseguir los efectos deseados.

En su aplicación, se emplean micro-agujas y anestesia general. Para maximizar los resultados, se requieren de 3 sesiones.

Para culminar, estas y otras cirugías, deben ser practicadas por especialistas que cuenten con amplia experiencia, lo cual influye en obtener menos complicaciones.