Tipos de carcinoma basocelular y recomendaciones clave para su tratamiento
Contacta con centros Verificados que puedan ofrecerte el tratamiento.
La exposición frecuente al sol tiene sus efectos en la salud de la piel, ya que, además de ser una de las causas del envejecimiento, también se ha convertido en detonador de la aparición del carcinoma basocelular. Un padecimiento que aumenta su incidencia de forma continua, y se convierte en el tumor cutáneo más habitual en el ser humano.
Aunque se han comprobado los efectos negativos a la piel por la exposición continua a los rayos solares, los padecimientos a causa de este contacto frecuente siguen en aumento. Uno de estos y que cada vez es más frecuente, es el diagnóstico de carcinoma basocelular, un tipo de cáncer de piel maligno que los presenta cada vez más personas que incluye a pacientes jóvenes.
Entonces, ¿Qué hacer ante el creciente número de casos con este padecimiento? Sin duda, lo que se recomienda hacer es tener una mejor protección ante los rayos solares. En caso de que se presente el tumor cuando el paciente se ha protegido del sol. Es probable que sea por alguna quemadura durante la infancia o la adolescencia donde se llevó a cabo una mutación de células que pudieron estar “dormidas” durante años hasta que se crece el tumor y es visible en la piel.
Es probable que el carcinoma basocelular también tenga su origen en factores como: la genética, contacto con diversos agentes químicos, respuesta a algunos tratamientos, dermatosis, entre otros. De cualquier forma, es preciso enfatizar en el cuidado de la piel cuando pequeños y adultos se someten a la exposición solar de manera continua.
Artículo relacionado: Test: ¿Puedo tener un carcinoma?
¿Cómo detectar un carcinoma basocelular?
Entre las variantes que presenta un carcinoma basocelular están aquellos nódulos ulcerados en la superficie, también pueden ser planos con algún borde elevado o también pueden presentarse de otras formas poco frecuentes y anormales.
Por lo regular suelen encontrarse en zona que se exponen continuamente al sol, como el cuello, la cara y el cuero cabelludo. Otras áreas aunque menos frecuentes también son la espalda, alguna extremidad y el escote. El hábito de la exposición solar es determinante en el aumento de la cantidad de carcinomas en la piel y la zona en que aparecen.
Para su diagnóstico, un profesional especialista suele realizar a una dermatoscopia, y cuando hay ciertas dudas del diagnóstico, también se puede llevar a cabo una biopsia de piel.
Solicitar presupuesto
Variantes clínicas de carcinoma basocelular
- Nodular. Por lo general se presenta en la cara y puede estar ulcerado. Puede ser microquístico con posible invasión hasta la dermis.
- Superficial. Suele aparecer en hombros con lesiones múltiples y su crecimiento suele ser gradual, ya que pueden pasar meses e incluso años en su formación. A veces suele confundirse con dermatosis inflamatoria. Responde de forma satisfactoria a tratamiento quirírgico.
- Morfeiforme. También conocida como esclerosante, suele aparecer en la parte media del rostro y aunque tiene resultados positivos con tratamiento, puede haber recurrencia posteriormente.
- Pigmentado. Puede tomar un tono café, gris, o azul. Puede ser superficial o nodular, y se asemeja a un melanoma maligno.
Después de conocer los tipos más recurrentes de carcinoma basocelular, también es preciso enfatizar en el grado de riesgo de recurrencia que pueden presentar, de esta forma encontramos la siguiente clasificación:
Riesgo Bajo. Carcinoma basocelular primario superficial. Es menor a 1 cm y de riesgo intermedio. También se clasifica en este grupo al que es menor de 2 cm y es de riesgo bajo.
Riesgo intermedio. Carcinoma basocelular superficial recurrente. Es menor a 1 cm y de riesgo alto. Puede ser mayor de 2 cm de riesgo bajo.
Riesgo alto. Carcinoma Morfeiforme o esclerodermiforme . Es mayor a 1 cm y se clasifica con riesgo alto.
Artículo relacionado: “Protégete del sol: más del 90% de casos de cáncer Basocelular ocurren en personas de más de 40 años”
Tratamientos
Los especialistas recomiendan que el tratamiento adecuado será posible realizarlo después de definir y clasificar el riesgo del tumor. Cuando se trata de cirugía, es recomendable extirpar en caso de tumores que se clasifican con baja agresividad considerando las medidas pertinentes de la protuberancia. De igual forma se recomienda la extirpación de tejido en carcinoma basocelular de riesgo bajo a intermedio que presenta muy probable curación (95%). Cuando se trata de tumores de alto riesgo se recomienda tocar el tejido subcutáneo, donde el cierre sea por medio de injerto de piel o por segunda intención.
Cada caso es específico y de ahí la importancia de acudir a un especialista experimentado que proporcione un buen diagnóstico para realizar el tratamiento más adecuado para el paciente. Es importante mencionar que después de la primera extirpación hay casos que reportan algún margen con tumor, por lo que se recomienda una re-extirpación o cirugía de Mohs.
Es preciso mencionar que la cirugía de Mohs es el tratamiento más recurrente para tratar tumores de alta agresividad y que anteriormente ya fueron extirpados y de los cuales existe reporten de margen, así como lecho quirúrgico. En caso de la aparición de carcinoma basocelular en tronco y extremidades, se recomienda el curetaje con electrodesecación.
Por tanto, podemos encontrar que, se recomienda como tratamiento de primera línea con base en las características del carcinoma, los siguientes procedimientos: la cirugía de Mohs, la extirpación quirúrgica, la radioterapia, así como el curataje adicional a la electrodesecación.
En cuanto a tratamientos de segunda línea, también en consideración de las características clínicas del carcinoma basocelular, se recomienda: el curetaje, además de criocirugía, imiquimod y terapia fotodinámica, 5-fluorouracilo, criocirugía.
En caso de la terapia fotodinámica, se toma como una alternativa para tratar el carcinoma cuando este es superficial y el tratamiento quirúrgico llega a estar contraindicado. De igual forma, esta opción resulta muy recomendable en casos donde el paciente no es candidato a una extirpación, además que es igual de efectiva que la criocirugía.
En casos de carcinoma basocelular avanzado y metastásico, el tratamiento es permanente, aunque en muchas ocasiones se da cada 6 a 12 meses luego de un tratamiento continuo de 3 a 5 años. Esto, considerando las posibilidades económicas del paciente o la institución de salud a la que acuden en caso de contar con atención gratuita.
Los especialistas recomiendan este seguimiento en los siguientes casos:
• Pacientes con un alto riesgo de recurrencia de carcinoma
• Aparición de tumores recurrentes que ya se hayan sometido a un tratamiento
• Historial clínico de múltiples carcinomas basocelulares
• Diagnóstico de carcinoma basocelular metastásico. En este caso, la atención debe realizarse por un equipo multidisciplinario quienes diseñarán el mejor método en función de las características del paciente.
Como se ha visto, las afectaciones a la piel por la prolongada exposición al sol es determinante en la salud. Llegar a padecer carcinoma basocelular en cualquiera de sus tipos y grados de riesgo representa un cuidado minusioso y un seguimiento a lo largo de la vida. Por tanto, es preciso recalcar en el hábito de la protección solar desde temprana edad para evitar en lo menos posible tener este padecimiento y así conservar una buena calidad de vida.
Bibliografía
Carcinoma basocelular (no date) Inicio. Available at: https://www.imss.gob.mx/sites/... (Accessed: 24 October 2024).
Carcinoma basocelular Inicio. Available at: https://www.fesemi.org/informa... (Accessed: 24 October 2024).
