¿Cómo mejorar el aspecto de tus cicatrices?
Según estudios recientes entre el 11 y 16% de la población tiene algún tipo de cicatriz que puede ser resultado de una mala cicatrización tras una operación, un accidente o marcas de algunos problemas pasados como el acné, enfermedades como el sarampión o la meningitis o erupciones alérgicas. Pese a que son una forma natural de curación del cuerpo, en ocasiones resultan antiestéticas y, por ello, existen diferentes técnicas para corregirlas.
La corrección de cicatrices es un proceso totalmente personalizado para cada paciente y caso. El factor psicológico y los traumas que puedan suponer para cada persona, harán que se decida a pasar, o no, por quirófano. Ante todo, hemos de tener en cuenta qué tipo de cicatrices se pueden eliminar o disimular:
- Quemaduras
- Secundarias de cirugías
- Procedentes de traumatismos
- Cicatrices atróficas. Son las marcas que generan una depresión de la piel, como si hubiera un agujero y que, normalmente, son resultantes del acné.
- Cicatrices hipertróficas o queloides que son lesiones fibrosas que se forman dentro de los bordes iniciales de una herida, habitualmente en un área de tensión como puede ser el cuello, la cara u otras zonas tirantes.
- Cicatrices contráctiles. Son cicatrices que distorsionan el segmento corporal donde se sitúan.
- Cicatrices residuales de cualquier tipo
La revisión de cicatrices tiene una amplia variedad de recursos que van desde la simple resección hasta la reconstrucción de la herida para darle un mejor aspecto. También se puede trasplantar tejidos de otras zonas del cuerpo para mejorar el área dañada.Debido a la multiplicidad de cicatrices, se han ido desarrollando a lo largo de los años diferentes tipos de técnicas para corregirlas o disimularlas.
- Resección. Corrección de la cicatriz mediante el afrontamiento por capas de los bordes de la piel con suturas intradérmicas. Se complementa con cremas y productos cicatrizantes.
- Zeta plastia. Es un procedimientos que se usa para reposicionar las cicatrices en una ubicación más acorde a los pliegues naturales de la piel y, así, conseguir una imagen más estética. No todas las cicatrices son susceptibles de este tratamiento.
- Doble y Plastia. Se realizan cortes en forma de W y sutura de los mismos.
- Injertos de piel
- Expansión tisular. Es una técnica relativamente sencilla que se basa en colocar un globo de silastic que se inserta bajo la piel de la zona a reparar y, gradualmente, se rellena de alguna solución para que la piel se estire y crezca. De esta manera, se dispondrá de más margen de piel para corregir la herida.
- Dermoabrasión. Mediante un cepillo muy fino de alambre o un disco de diamante con bordes ásperos se eliminan las capas superiores de la piel. Así, se genera una leve abrasión que remueve y nivela la piel expuesta. Al curarse la herida de la dermoabrasión, la nueva piel crece para reemplazar a la dañada anteriormente.
- Lipoinyección. Mediante la inyección de grasa, la piel se estira y se rellena. Es un tratamiento idóneo para cicatrices atróficas.
Por lo general, la cirugía de cicatrices suele ser un procedimiento ambulatorio y, a no ser que sea una operación muy compleja, no requiere de hospitalización. Se aplica un vendaje compresivo los primeros días para evitar inflamación y sangrado. Toda cicatriz sufre un proceso normal de maduración que puede durar varios meses y llegar a alcanzar el año y medio.
Como en la mayoría de las intervenciones, tras la operación se debe evitar ejercicios extenuosos en la zona corregida. Dependiendo del tipo de cirugía utilizada este periodo se alargará más o menos. En la actualidad no se suelen utilizar suturas externas, por lo tanto, no es necesaria una visita para retirar los puntos puesto que éstos son reabsorvibles.
Los costos de este tipo de operación varían de 3,000 a 8,000 pesos, incluyendo necesidades propias de quirófano, material, medicamentos, curaciones y revisiones posteriores a la cirugía