¿El trastorno dismórfico se soluciona con cirugía estética?
A menudo gran porcentaje de la población no se siente del todo conforme con determinadas partes corporales, es entonces cuando recurrimos a las cirugía estética para poder mejorarlas. Asimismo, existen tratamientos de belleza que permite corregir aquellos signos del envejecimiento; al igual, hay tratamientos que nos ayudan a combatir la obesidad cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes.
El problema que surge en las cirugías estéticas (gluteoplastia, aumento de busto, liposucción...) y en la medicina estética no recae en tener un aspecto desproporcionado; el problema surge cuando la persona recurre a este tipo de procedimientos y tratamientos por motivos de estereotipos: quieren una imagen similar a las actrices y caen en obsesión.
Quienes comparten este tipo de ideología respecto a la cirugía plástica se debe principalmente a problemas emocionales, más no porque exista en su cuerpo distorsiona alguna. Además, este tipo de pacientes jamás estará conforme con los resultados, pues para ellos sean los resultados que obtengan jamás van a ser suficiente. Por lo general, las personas que piensan así padecen el trastorno dismórfico corporal, el cual también es conocido como dismorfofobia.
La dismorfofobia es una alteración emocional en la cual las personas presentan una preocupación excesiva por algún defecto físico, incluso cuando no exista éste. Igual, las personas no sólo pueden llegar enfocarse en un solo defecto, sino que también se preocupan por varias partes de su cuerpo. Es normal que las personas con trastorno de dismorfofobia presenten ansiedad y depresión: trastorno que impiden desenvolverse en el ámbito social y que terminan por afectar su trabajo y el entorno familiar.
En casos extremos, hay pacientes que presentan el trastorno dismórfico corporal a tal grado de sentir repulsión por su físico. Estas personas jamás se sentirán bellas y siempre estarán disconformes por su cuerpo.
¿Qué hay detrás de la dismorfofobia?
Si bien, se cree que el género femenino es el más vanidoso, pero la dismorfofobia no solamente la padecen las mujeres; los hombres también pueden presentarla. Es importante aclarar que este problema no recae en el egocentrismo, pero quienes lo padecen no solamente presentan ansiedad y depresión, sino que también son propensos a padecer otro tipo de trastornos o problemas emocionales: baja autoestima, tendencia suicida, sensibilidad, ideas autodestructivas, narcisismo, dificultad para mantener relaciones, fobia social… Este tipo de trastorno se encuentra principalmente en adolescentes; aunque también se presenta en adultos.
Según investigadores concuerdan que la Dismorfofobia recae principalmente en la tapa de la adolescencia; esto se puede explicar porque es en esa edad que se sufren bullying: burlas, acoso. Además, no olvidemos que es en esa etapa cuando los adolescentes están más al pendiente de su apariencia y también son propensos a recibir críticas de ésta; al igual, en esta edad se forja el autoestima y en esta el físico es un elemento principal para sentirse aceptados y formar parte de un grupo. Asimismo, no podemos olvidar el bombardeo constante de los medios, es muy normal observar a personalidades con un cuerpo y rostro "perfecto": actrices, modelos….
Por otra parte, este trastorno no solamente recae en los factores ya mencionados, sino que también la familia, el mundo laboral u otros problemas que afecten la salud emocional tienen un gran peso.
En definitiva, la cirugía estética no es la solución
En un principio mencionamos que aquellas personas que presenten trastorno Dismórfico corporal difícilmente estarán a gusto con su físico, por tanto, la cirugía estética no es la solución porque ésta trabaja el físico, más no en la aspecto emocional. Estas personas se mostrarán disconformes pese a que los resultados sean excelentes , incluso si ellos consideran que esa zona tratada ya ha sido solucionada, continuarán con otras partes del cuerpo.
Algunos pacientes no son conscientes de que padecen este tipo de trastorno y por ello consideran que la cirugía estética es la única solución para poner fin a su problema. Debe quedar claro que, la cirugía estética jamás dará una solución al problema, puesto que el paciente presenta es un trastorno y por tanto, requiere ayuda psicológica o psiquiátrica que ayude a curar su salud emocional: terapia, individual, terapia grupal.
Médicos o cirujanos profesionales identifica perfectamente este trastorno, incluso, existen algunas clínicas estéticas que anuncian las características del candidato a cirugía, entre las cuales se encuentra aceptarse como son. Cuando un paciente se presenta a consulta con dismorfofobia, el cirujano inmediatamente recomienda optar por algún tratamiento psicológico, puesto que la cirugía estética no es una solución. Asimismo, un cirujano profesional realiza valoración médica de la salud que presenta el paciente y comprueba si en realidad el problema que presenta es físico o sólo consiste en una obsesión por querer verse bien. Además, en este tipo de pacientes la cirugía estética no sólo no corrige el problema, sino que también lo pueda agravar.
Pese a recibir una negativa por parte del cirujano, la persona sigue obsesionada con tratarse aquellos defectos que ni siquiera son reales; sin embargo, no los deja vivir. Al recibir un no por respuesta, la persona continua con la búsqueda de médicos esperando que le den un sí a fin de eliminar su malestar.
¿La cura se encuentra con un psicólogo o psiquiatra?
En efecto, cuando se encuentra los servicios de un profesional en psicología este trastorno no sólo se puede tratar, sino que también se puede superar..
Expertos en psicología recomiendan que la terapia cognitivo conductual es el mejor tratamiento para combatir el trastorno dismórfico corporal y de ser así, las personas que sufren este trastorno pueden superar todos aquellos problemas que se asocien con su salud mental: autoestima, ansiedad y depresión. Como resultados, después de recibir el tratamiento adecuado, las personas podrán aceptarse tal y como son y no tendrán temor al mirarse al espejo.
Ahora ya lo sabes, este trastorno no es tan extraño como aparenta, a menudo se puede apreciar en cualquier persona, en especial aquellas que demuestran obsesión con su físico y pese a operarse, jamás encontrarán satisfacción.
Lo importante es acudir con personal profesional y capacitado, quizá tus complejos corporales el cirujano estético no los pueda resolver, pero un especialista en psicología sí.