Siempre fui una persona de poco busto, pero después de mi primer embarazo todo empeoró, de ser como B pase a la A y ni esa me sentaba bien, me daba inseguridad mostrarme en bikini o ropa escotada, no estaba contenta con mi apariencia y eso bajaba mis ánimos. Decidí operarme y hoy puedo decir que ha sido la mejor decisión, los 40,000 mejor invertidos, porque ahora soy una persona más segura y me encanta la apariencia de mi nuevo escote. A las personas que tienen duda y miedo, yo les diría que es una decisión de la que no se arrepentirán, su autoestima cambiara por completo, la apariencia no lo es todo en esta vida, pero nunca sabemos cuanto tiempo estaremos en este mundo, así que hay que hacer todo lo que nos haga felices y que el miedo o las opiniones de los demás no las frene.