La verdad es que tenía mucho miedo por el dolor y la recuperación, pero enserio que no me dolió nada, osea la recuperación si es un poco gorrosa...
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Les cuento mi vivencia
Desde que tengo memoria había soñado con cambiar aquella parte de mi cara que tantos complejos me causaba: mi naríz... era ancha, poco armoniosa con el resto de mi cara y totalmente antiestética, sin mencionar que no me permitía respirar correctamente; intenté todo para cambiar su forma, desde maquillaje, hasta moldeadores coreanos que no hacían más que estrujarme la naríz, sin ningún resultado aparente.
El autoestima por los suelos
No sería necesario recalcar que mi autoestima se encontraba total y absolutamente rozando los suelos, que me sentía fea y que atravesaba por una relación que me dejó absolutamente dañada física y emocionalmente. Un buen día, me hice de valor y agendé una cita con el cirujano plástico.
Llego el día
Me explicó el procedimiento, el costo y me recomendó también una bichectomía. El total de ambas cirugías sumaba treinta y tres mil pesos mexicanos, los cuáles tendría que cubrir el día de la cirugía, y un mes y medio después, que había reunido el dinero, por fin acudí a que me programara.
Recuerdo muy bien aquel viernes, y el nerviosismo que me entró cuando decidió programarme para el martes próximo a aquel día. ¡Mi sueño por fin se volvía realidad! ¡Sería la última vez que miraría mi cara luciendo de aquella manera! Y tal cómo me lo indicó, la mañana de la cirugía hice mi última comida a las 7:00 a.m. y seguí todas sus indicaciones hasta las 13:00 hrs. que entraría al quirofáno. ¡Estaba muy nerviosa! Despinté mis uñas, me até el cabello y me puse la bata en la sala prequirúrgica; me senté en la cama y esperé a que la enfermera me pusiera el suero intravenoso, luego un enfermero muy amable me tomó algunas fotos y me llevó al quirófano, mas o menos entré a las 14:30 horas; una vez ahí me hizo recostar mientras ponía artefactos para checar mi ritmo cardíaco y tras una corta charla con el anestesista un par de inyecciones en mi tubo intravenoso, y unos cuántos segundos, caí dormida. Fue como si hubieran apagado mi interruptor de encendido.
Mi pos operatorio
La cirugía terminó aproximadamente a las 16:00 horas; lo único que recuerdo después, fue despertar en la sala de recuperación muy confundida, con un poco de dolor en las mejillas y sin poder respirar por la nariz.
Me dieron el alta
Permanecí ahí un par de horas, el Dr. Muñoz Márquez hizo mi receta, la cuál consistía en ketorolaco para el dolor y amoxicilina cómo antibiótico y pude regresar a casa. Aquella noche, fué fácil. Me recosté sobre tres almohadas y caí rendida, pero los siguientes días no fueron tan sencillos: mi naríz no dejaba de sangrar, casi no comía porque tenía doloridas las mejillas, y ésos dos días antes de que me fueran retirados los tapones, me hinché hasta límites insospechados. Aquel tercer día, la cara me punzaba y cualquier movimiento en el auto me causaba dolor.
Todo fue mejorando
Tras la extracción de los tapones, el dolor y el drenado aumentó, pero el doctor me recalcó en todo momento que esto era normal. Fuí a casa, tomé un par de pastillas análgesicas y me quedé dormida, a partir de ahí todo fué mejorando. Mi cara comenzó a deshincharse rápidamente, ¡A los seís días ya sólo tenía cinta micropore y había vuelto al trabajo! La heridas orales de la extracción de las bolsas de bichat, sanaron exteriormente en algo así como tres días y aunque aparentemente aún estaba muy hinchada, me veía normal.
Los peores fueron los primero tres días
Comencé a acudir a citas cada semana, luego cada quince días, y posteriormente cada mes, hasta los tres meses; el Dr. siempre estuvo muy accesible a atenderme el teléfono y darme consultas cada vez que yo tenía una duda. Lo peor fueron los primeros tres días, lo mejor ha venido desde entonces. Mi cara cambió en demasía (y no me van a dejar mentir) me siento absolutamente felíz con los resultados que además lucen totalmente naturales.
Me siento inmensamente feliz
Mi doctor es un profesional que sabía que era lo que necesitaba, incluso mejor que yo, y lo voy a recomendar toda la vida porqué me ha hecho inmensamente felíz con su trabajo excepcional.
Creo que todas aquellas personas a las cuáles algún rasgo físico les acompleje de tal manera cómo mi nariz me acomplejaba a mí, sabrán que esto va más allá de la frívola vanidad con la que quiénes critican la cirugía plástica califican estos procedimientos. No es sólo ""exterior"", porque verse al espejo con decepción causa un dolor emocional que ninguna terapia psicológica cura. Porqué no permite "animarse", y actuar, no permite vivir plenamente, y sentirse capaz de ir por el mundo pisando con seguridad y paso firme.
Muchas gracias por concederme este espacio, espero que esto pueda ayudar a alguien que lo necesite a dar este enorme paso que no hará más que beneficiar y traer sonrisas a sus vida, ante todo claro está, acudiendo con un cirujano certificado ante la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica y Reconstructiva.
Con una sonrisa enorme pintada en la cara, y disfrutando de ver mi hermosa naríz en el espejo,
Jackie C."
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Leer másChicas aquí les dejo fotos actualizadas de mi rinoseptoplastia, todo muy bien hasta ahora sí siento la punta hasta ahora muy dura pero supongo...
Leer másDespués del primer día de la cirugía no tuve mucho sangrado, tuve muy pocos moretones y no me hinché mucho. Con los analgésicos estuve controlando...
Leer másTodo el contenido de esta página está generado por usuarios reales del portal y no por doctores o especialistas.
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