En la secundaria se burlaban mucho de mi nariz, fue traumatizante aguantar miles de apodos y el rechazo de la chicos por mi aspecto, posteriormente decidí operarme a los 18 años, desafortunadamente, cuando me operaron lo hicieron mal, me cortaron el hueso de la nariz y quedé peor de lo que estaba, tuve que dejar pasar un año para que otro cirujano me reconstruyera, fue un año muy complicado pues no salí durante ese tiempo pues me daba pena mi aspecto y por supuesto mi autoestima, cayó por los suelos, hasta el día que me volvieron a operar, mi vida comenzó a cambiar poco a poco.