Las bolsas bajo los ojos son una imperfección que puede aparecer durante un corto periodo de tiempo o de manera indefinida, dependiendo de la causa. Suelen estar asociadas al estrés, al mal descanso y al envejecimiento de la piel, que se caracteriza por la pérdida de elasticidad. La interacción de varios factores, como la disminución de la elasticidad de la piel y del tono muscular, la acumulación de tejido graso bajo el ojo y la formación de edema (acumulación de líquidos), también pueden provocar la aparición de bolsas bajo los ojos.
Es necesario distinguir entre las bolsas bajo los ojos relacionadas con la estética, y las bolsas bajo los ojos que son un síntoma de una patología. Para ello, será indispensable someterse a una serie de exámenes que puedan poner de manifiesto la verdadera patología responsable de su aparición.
Las principales causas de las bolsas bajo los ojos son:
- El estrés
- Problemas de sueño
- La edad (pérdida de elasticidad de la piel)
- Predisposición (tanto por la acumulación de grasa orbital como por la laxitud del tejido de la bursa)
- Patologías (riñón, hígado, hipotiroidismo, conjuntivitis)
- Mala alimentación
A diferencia de las bolsas de los ojos, las ojeras son de color oscuro, tienden a ser negras, ahuecadas y restan luminosidad a los ojos. Las ojeras no son causadas por el tiempo, sino por la fragilidad capilar, que puede tener un origen hereditario. Además de la herencia, otros factores son el estrés psicológico y físico, así como un estilo de vida poco saludable, la luz solar directa y los cambios bruscos de temperatura. La sombra oscura que caracteriza a las ojeras se debe a la rotura de los capilares y la consiguiente fuga de pequeñas cantidades de sangre que se estancan durante algún tiempo.
Las bolsas lagrimales, en cambio, suelen entenderse como un descolgamiento visible de la zona bajo los párpados, del que suelen ser responsables los procesos naturales del envejecimiento.
Las bolsas bajo los ojos se pueden prevenir con un estilo de vida saludable basado en una correcta alimentación y ejercicio físico constante, un número suficiente de horas de sueño, no inferior a 8 horas, llevar siempre gafas de sol y proteger el contorno de los ojos con cremas protectoras para evitar el envejecimiento de la piel y la aparición de las antiestéticas arrugas.
La medicina estética nos ofrece varios tratamientos no invasivos para corregir las bolsas de los ojos:
- Relleno con ácido hialurónico
Esta técnica consiste en la aplicación de microinyecciones de ácido hialurónico en la zona subpalpebral o el llamado lagrimal. El tratamiento se realiza de forma ambulatoria, es indoloro, no requiere anestesia y dura entre 15 y 30 minutos. Tras el tratamiento, se puede volver inmediatamente a las actividades habituales. Los resultados son instantáneos y duraderos. Hay que tener en cuenta que los rellenos son productos absorbibles, por lo que la duración real de los resultados, aunque sean duraderos, puede variar de una persona a otra, y en algunos casos puede ser necesario un retoque.
- Radiofrecuencia
La radiofrecuencia utiliza ondas electromagnéticas para generar calor que se transmite a la dermis y a las capas subyacentes. El calor generado disuelve las células grasas al tiempo que estimula un aumento de la producción de colágeno con un efecto lifting que restablece el tono de la piel. El tratamiento es indoloro y tiene una duración variable, dependiendo del tamaño de la zona a tratar. Requiere de 1 a 3 sesiones con un intervalo de unos 30 días.
- Blefaroplastia
En el ámbito de la cirugía estética, a la hora de tratar las bolsas bajo los ojos, se recomienda realizar una blefaroplastia de los párpados inferiores (blefaroplastia inferior), que consiste en realizar una pequeña incisión que permite tanto eliminar el exceso de grasa como tensar la piel suelta. La intervención se realiza de forma ambulatoria con anestesia local y dura aproximadamente una hora y media. Los resultados pueden verse al cabo de unos 15 días.
Existen dos técnicas quirúrgicas diferentes: la transconjuntival y la transcutánea:
- Blefaroplastia transconjuntival: se realiza a través de una incisión en la parte interna del párpado y no requiere suturas. Se practica para eliminar el exceso de grasa en individuos que no tienen laxitud de la piel.
- Blefaroplastia transcutánea: consiste en realizar una incisión a lo largo del margen del párpado que permite eliminar parcialmente tanto la grasa como el exceso de piel y, en algunos casos, incluye la recolocación del músculo orbital.
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