También conocido como "anal bleaching", es un tratamiento que nació principalmente en entornos eróticos y es solicitado por muchos actores para mejorar el color de esta zona. Hoy en día, es cada vez más solicitado por hombres y mujeres de todas las edades que desean seguir esta nueva tendencia y adquirir confianza en sí mismos.
La zona genital es una área especialmente sensible de nuestro cuerpo, la epidermis anal es una fina tela cruzada por muchos capilares y las venas hemorroidales que permiten el drenaje venoso del recto. El área es particularmente rica en terminaciones nerviosas, lo que la hace particularmente sensible al tacto, así como a muchas otras zonas erógenas de nuestro cuerpo.
Es probable que con el paso del tiempo, la piel de la vulva y el orificio anal tiende a oscurecerse, creando un efecto antiestético de "piel manchada", científicamente conocido hiperpigmentación anal. Esta condición es un factor completamente fisiológico y no está vinculado a patologías particulares. Entre los factores más comunes que causan una alteración del color de la mucosa epidérmica encontramos:
La hiperpigmentación anal no representa una amenaza para nuestra salud, aunque la evaluación de un médico siempre es recomendable para recibir una evaluación autorizada de tu caso específico y decidir una posible acción cosmética.
Es importante recordar que el blanqueamiento anal es un tratamiento puramente estético, de hecho, la hiperpigmentación no es una patología y su tratamiento no conduce a mejoras para la salud. A menudo los hombres y las mujeres que deciden llevar a cabo este procedimiento sienten una sensación de vergüenza causada por el color marrón de la piel en el área genital-anal que puede ser visto con algo de ropa interior, como el tanga.
Al no ser una parte de nuestro cuerpo generalmente expuesta al exterior, las principales razones suelen estar relacionados con la vida íntima del paciente que desea vivir libremente su propia vida erótica sin tabúes y sin vergüenza.
Un prejuicio generalizado es que la hiperpigmentación de la mucosa anal es atribuible a una mala higiene personal, mientras que realmente se trata de un factor puramente fisiológico, una característica completamente natural del cuerpo humano.
Las personas con problemas en la piel como por ejemplo, heridas, quemaduras o eccemas, no deben realizarse este tratamiento.
El blanqueamiento anal se puede realizar con diferentes técnicas, algunas veces utilizadas en combinación entre sí para mejorar los resultados. Este tipo de tratamientos tienen como objetivo inhibir la producción de melanina en la parte tratada, para poder "desvanecer" el área afectada progresivamente.
Además del área rectal, la vulva también puede someterse a este tipo de tratamiento si lo desea el paciente. Las técnicas más utilizadas son:
El médico será quien te dará información de los diversos tratamientos disponibles para elegir juntos la mejor opción según tu cuadro clínico y los resultados requeridos.
En primer lugar, el primer aspecto a tener en cuenta es que el área a tratar es muy delicada y es recomendable contar con manos expertas y competentes para evitar consecuencias desagradables. Un médico o un cirujano estético especializado en técnicas láser sin duda podrán recomendarle lo mejor. Puedes consultar información acerca de los profesionales en la web del Colegio Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
Además, en Internet encontrarás fácilmente experiencias y testimonios de otros pacientes. Aprovecha la visita inicial con tu médico para exponer tus dudas e incertidumbres. Establecer una relación de confianza con quienes realizan el tratamiento es importante para comenzar las sesiones de manera consciente.
Una vez que hayas elegido el médico adecuado puedes concertar una primera consulta con él. Durante esta cita, el médico realizará una visita general y analizará tu caso para asegurarse de que pueda descartar enfermedades del recto. Una vez que se haya evaluado el tono de color del recto, se ilustrarán al paciente las diversas técnicas existentes y se valorarán los resultados a alcanzar en función de tu situación inicial. Si decides optar por un tratamiento con láser, el médico podría hacer un cálculo aproximado de las sesiones necesarias para lograr un buen resultado.
Será necesaria la exploración genital, la medición del estado general de salud, y la realización de fotografías que después del tratamiento servirán para poder evaluar los resultados. Además recomiendan que es el momento de comentar si tienes alguna enfermedad o tomas alguna medicación.
No hay indicaciones específicas para prepararse para el tratamiento. Sin embargo, te recomendamos que limpies a fondo el área afectada con jabón hipoalergénico. Un consejo útil es proceder con una posible depilación o afeitado con algunos días de anticipación para evitar la irritación de la piel o pequeñas heridas.
El área anal tiene muchas terminaciones nerviosas que podrían hacer que la práctica de blanqueamiento sea molesta y dolorosa. Por esta razón, los tratamientos con láser se realizan después de la administración de anestesia, que normalmente se aplica 30 minutos antes del tratamiento.
No es necesaria la hospitalización, la duración de la sesión varía según el área a tratar, pero tiene una duración promedio de 1 hora. La intervención puede necesitar repetirse varias veces.
El tratamiento con láser garantiza resultados apreciables desde la primera sesión, aunque pueden necesitarse entre 2 y 4 sesiones para notar un marcado cambio en el color. El resultado del tratamiento con láser depende en gran medida del tipo de piel del paciente, la cantidad de melanina presente y también la experiencia del médico que realizará el blanqueamiento.
Hay que tener en cuenta que el efecto del tratamiento no es definitivo. Después de muchos años, el área podría volver a pigmentarse y puede ser necesario volver a intervenir para restaurar el color inicial. No hay contraindicaciones para repetir el tratamiento, será tu médico quien te aconsejará los intervalos de tiempo para repetir las sesiones de láser.
Tras la sesión se recomienda evitar la exposición al sol en la zona y limpiarla con agua y jabón que sea hipoalergénico.