Las manchas de la piel (o decoloración) son lesiones benignas que se pueden encontrar tanto en el rostro como en el cuerpo. Las mejillas, la espalda, el pecho y los brazos, son las zonas más comunes. Su aparición se debe a algunas alteraciones en el funcionamiento de las células que producen melanina, especialmente cuando, a medida que aumenta la edad, su presencia comienza a disminuir. Estas alteraciones causan una distribución desigual de la melanina, lo que hace que la superficie de la piel cree manchas de color oscuro, beige o marrón.
Las manchas en la piel se encuentran entre las imperfecciones que más a menudo hacen que aparezca el envejecimiento y la piel irregular. Es por eso que muchas mujeres y hombres se sienten incómodos con la presencia de estas pequeñas imperfecciones.
Además de la edad, muchos factores intervienen en la aparición de manchas, como la alimentación, el estrés e incluso la geografía. La exposición al sol, los cosméticos y la poca atención a la salud de la piel también pueden afectar la apariencia de estas manchas antiestéticas que a menudo se tratan de cubrir. Pero no siempre es necesario esconderlas debajo del maquillaje, y por esta razón existen numerosos tratamientos estéticos que permiten eliminar las manchas de la piel de una vez por todas.
Las causas que determinan la formación de manchas en la piel son numerosas. A continuación los detallamos:
Por lo tanto, el envejecimiento de la piel, no solo depende de la edad, sino que también puede ser acelerado por algunos malos hábitos y agentes externos que estimulan los radicales libres y debilitan el tejido de la piel haciéndolo más frágil.
Diferentes tipos:
La diferencia entre los lentigos y los melasmas es que los primeros son más superficiales y típico de personas con una piel particularmente sensible al fotoenvejecimiento. El melasma, por otro lado, se encuentra en un nivel más profundo, en la dermis media, y se debe principalmente a factores hormonales o sensibilización farmacológica. De hecho, este tipo de manchas se forma principalmente en mujeres jóvenes, en mujeres con un ciclo menstrual irregular o durante el embarazo.
Uno de los principales factores que contribuyen a la formación de manchas en la piel es el envejecimiento de la piel. Sin embargo, al igual que los malos hábitos pueden acelerar el proceso, los buenos pueden, por el contrario, frenarlo.
Algunas recomendaciones de los profesionales para prevenir la aparición son:
Cuando tengas alguna duda sobre la salud de tu piel o cuando quieras eliminar un defecto cutáneo, siempre es recomendable consultar a un especialista en Dermatología. De hecho, en primer lugar, debemos determinar la naturaleza benigna de las manchas.
En la web de la Academia Mexicana Dermatología (ADM) podrás confirmar que los dermatólogos tengan los títulos pertinentes. Es fundamental contar con un profesional acreditado ya que de lo contrario, un mal diagnóstico o un tratamiento inadecuado o mal realizado puede tener consecuencias negativas e incluso irreversibles en la piel.
En la primera consulta se debe valorar el caso del paciente. El profesional realizará un análisis facial o corporal para revisar el tipo de mancha y sus posibles causas. Según los profesionales es necesario un estudio personalizado, usando microcámara para determinar la clasificación de la piel, pigmentación, arrugas, textura, poros y fotodaño.
En esta primera cita el dermatólogo preguntará al paciente su estilo de vida, dieta, exposición al ambiente o a circunstancias que pueden desencadenar su aparición. En algunos casos, el dermatólogo solicitará un análisis de sangre para descartar que las manchas sean motivadas por alguna enfermedad, como hipotiroidismo o enfermedades del hígado.
Existen principalmente 4 métodos:
Los resultados son individuales y dependen del tipo de técnica utilizada, las condiciones de inicio, el número de sesiones pero sobre todo de las necesidades de cada paciente, ya que las manchas pueden ser más o menos profundas, por eso es importante la valoración profesional. En general, los primeros efectos serán visibles unos pocos días después del tratamiento.
Para obtener buenos resultados, es importante eliminar en primer lugar las causas que han provocado la aparición de las manchas, por lo que, por ejemplo, será necesario aplicar protector solar y evitar terapias hormonales.
Los tratamientos antimanchas no son invasivos. Por este motivo, no suelen necesitar un tiempo de reposo o recuperación que vaya más allá de 24 horas y con aplicación ambulatoria. Por otra parte, lo que pueden prolongarse son las sesiones. Los tratamiento de luz pulsada los lentigos y pecas necesitan de 2-3 sesiones. En cambio, si es con peeling necesita de 3-5 sesiones.
Después de que el tratamiento puede aparecer enrojecimiento o picazón que desaparecen en unos pocos días, también es posible que se forme una exfoliación leve. Algunas personas presentan una sensación de estiramiento y resequedad en la piel por lo que es indispensable seguir las indicaciones que el médico recomiende.
Para evitar la aparición de complicaciones, estos tratamientos no se recomiendan para pacientes con enfermedades o problemas de la piel, mujeres embarazadas o en período de lactancia y sujetos fotosensibles.