La rinoplastia es una intervención de cirugía plástica que permite remodelar la forma de la nariz. Es una de las operaciones estéticas más solicitadas en México. Según la ISAPS, durante el 2021 se realizaron 51,835 cirugías de nariz. Esta cirugía sirve para remodelar la nariz, mejorando su aspecto estético tanto de frente como del perfil. Cuando el objetivo de la intervención quirúrgica es mejorar la función respiratoria, en su lugar se llama septoplastia. El término rinoseptoplastia indica, por lo tanto, la operación que combina el propósito estético y el funcional.
La intervención de la nariz permite que el perfil y la morfología de la nariz sean más armoniosos, y en consecuencia, también de la cara en general, especialmente si se combina con la mentoplastia u otoplastia (en este caso se llamará perfiloplastia). Las motivaciones que pueden empujar a una persona a someterse a esta cirugía pueden ser diferentes e incluyen:
La operación consiste en remodelar o reducir el cartílago o el esqueleto óseo y el resultado puede variar de un paciente a otro según las características del hueso subyacente y la piel externa.
Para obtener un resultado proporcionado y armonioso, es importante considerar que no existe la nariz ideal, hay que buscar resultados naturales acordes con el resto del rostro del paciente.
Es el caso de una rinoplastia masculina, un estudio publicado en la US National Library of Medicine National Institutes of Health recomienda preservar los rasgos masculinos y evitar feminizar o esculpir en exceso, seguir las recomendaciones y consejos del cirujano siempre serán la mejor alternativa.
El precio medio de una rinoplastia varía según el centro médico, el cirujano y el tipo de cirugía necesaria: abierta, cerrada, secundaria, entre otras. En México el precio medio de una rinoplastia suele estar alrededor de los $47,000 pesos. Para ver el desglose por ciudades, visita nuestra página de precios de rinoplastia.
La cirugía está indicada para pacientes que desean corregir deformidades congénitas o adquiridas debido a un traumatismo, como por ejemplo un tabique desviado por algún golpe. Al igual que cualquier otra operación quirúrgica, debe realizarse en pacientes que tienen una buena salud física, por lo que durante la primera visita, el cirujano puede prescribir al paciente que realice ciertas investigaciones para verificar cualquier factor de riesgo.
No hay límites específicos de edad para realizarla, pero la mayoría de cirujanos plásticos prefieren esperar hasta los 16 años para asegurar que su desarrollo ha llegado a su fin y que emocional y socialmente están preparados para la operación. También para comprobar que son ellos quienes quieren la cirugía y no sus padres. Lo preferible como regla general es esperar hasta los 18 años.
El candidato ideal para la rinoplastia son tanto hombres como mujeres que no están satisfechos con la forma de su nariz, incluso convirtiéndose en una causa de gran vergüenza e incomodidad. Sin embargo, es importante que el paciente tenga expectativas realistas con respecto al resultado.
El primer paso a seguir antes de una rinoplastia es elegir un médico más adecuado para tu caso. En primer lugar, es esencial verificar la rama de especialización del cirujano elegido y comprobar su trayectoria y estudios a través de una investigación. El segundo paso será ir a una primera visita con más de un especialista para encontrar al profesional que te inspire más confianza y que te haga sentir mejor. Además, podrás hacer una comparación de precios, recuerda que lo más barato no siempre es lo mejor. También es recomendable pedirle al cirujano que te deje ver algunas fotos de los resultados obtenidos en intervenciones anteriores.
La primera visita con el cirujano es la más importante ya que le brinda al paciente la oportunidad de expresar todas sus dudas, temores y expectativas con respecto al procedimiento de la cirugía y los resultados que se pueden obtener.
Durante la primera visita, se exponen los objetivos del paciente (estéticos y/o funcionales) y se evaluará su estado general de salud, incluida la función respiratoria, cualquier patología, familiaridad e historial clínico.
Posteriormente, el médico examinará la estructura interna de la nariz, la forma y las dimensiones, también en relación con el resto de la cara.
Un instrumento que se puede usar para tener una primera idea de cómo resultará el efecto final es el de la simulación a través de una imagen elaborada por el especialista con la ayuda de un ordenador. Es primordial que el cirujano entienda lo que necesita y quiere el paciente para llegar a un buen resultado.
Una vez establecidos los objetivos y los factores de riesgo, el médico le explicará al candidato todos los detalles relacionados con el procedimiento quirúrgico: técnicas y métodos de intervención, anestesia, preparación preliminar para la operación, postoperatorio, posibles complicaciones y, finalmente, los costes.
La cirugía debe realizarse en quirófano equipado dentro de una clínica acreditada. La operación se ejecuta bajo anestesia general, anestesia o local con sedación, por lo que el paciente no sentirá ningún dolor durante la operación. La elección de la anestesia dependerá de las características del paciente, siguiendo las indicaciones consideradas más seguras y apropiadas por el cirujano.
Según la preferencia del médico y el paciente y la técnica utilizada, se puede realizar como un procedimiento ambulatorio (alta hospitalaria poco después de la operación) o con un período de hospitalización y observación de una noche.
La técnica puede ser abierta o cerrada y su duración puede variar mucho según el caso, puede durar de 1 a 3 horas.
A continuación detallaremos las diferencias entre una rinoplastia estética y una funcional:
Nota: en algunos casos es posible realizar una cirugía séptica funcional por algún seguro. Sin embargo, esto no se aplica a la rinoplastia estética.
Las técnicas quirúrgicas para realizarla son principalmente dos (técnica cerrada o técnica abierta), pero también existen otros métodos para intervenir en la forma de la nariz que pueden prescindir del bisturí, como los hilos tensores o el Rinofiller con ácido hialurónico.
Las técnicas quirúrgicas que puede adoptar el cirujano son principalmente dos:
Para casos menos complicados y para aquellos que solo tienen defectos leves, como una pequeña giba, por ejemplo, es posible recurrir a alternativas no quirúrgicas a la rinoplastia clásica con escalpelos y martillos.
Es una intervención que a menudo genera preocupación en los pacientes. Los expertos aconsejan que se sigan estas indicaciones para prepararse mejor para esta operación de cirugía estética:
Una vez que se ha completado la cirugía de la nariz, el paciente generalmente será hospitalizado durante una noche. Normalmente, se coloca una férula que se deberá llevar una semana y algunos cirujanos colocarán tapones durante 4 o 5 días. “Se trata de una cirugía que no causa dolor sólo incomodidad debido al taponamiento nasal que impide respirar por la nariz”.
Durante la primera semana, los ojos se hincharán y también habrá equimosis en el área periorbital y el paciente puede experimentar dolor e incomodidad en el área operada. La hinchazón de la nariz durará varios meses, pero ya en el momento de la extracción de la férula será posible vislumbrar la nueva forma.
En general, es posible regresar al trabajo después de 7 días de la operación, mientras que la actividad física y deportiva debe interrumpirse durante al menos 2-3 semanas, evitando cualquier situación que pueda causar daños o traumatismos en la nariz hasta que el cirujano lo considere más apropiado. (generalmente al menos un par de meses). Además, es muy importante proteger la nariz de la exposición al sol con una crema SPF +50 durante los primeros 2 meses.
Se recomienda:
El resultado final de una rinoplastia estética permite una mejora tanto de la forma de la nariz como de la cara, y al mismo tiempo las características faciales no se cambiarán de manera radical, sino que solo se mejorarán. La evolución durante el proceso de recuperación es lento y se podrá apreciar al menos hasta dentro de 6 meses cuando el edema y la inflamación se reabsorban por completo. “la nariz podrá sufrir pequeños cambios durante meses, por lo tanto, la reabsorción completa de la inflamación no será hasta superado el primer año”.
Los resultados obtenidos con una cirugía son permanentes y definitivos, incluso si a lo largo de los años pudieran sufrir algunos cambios debido al proceso de envejecimiento, como podría ocurrir en cualquier otra parte del cuerpo. Para obtener una buen resultado las líneas de la nariz deben ser armoniosas, las fosas nasales simétricas y el ángulo entre los labios y la nariz bien definido.
Un elemento a tener en cuenta es el tipo de piel de la nariz, de hecho, la piel gruesa retiene más memoria de la forma de la nariz y no se adapta completamente a la nueva estructura de cartílago obtenida a través de la cirugía.
En cuanto a las cicatrices, éstas se encuentran dentro de la nariz, excepto en el caso de la reducción de las fosas nasales.Si el paciente es operado con la técnica abierta, notará una pequeña cicatriz en la parte más estrecha de la columela que puede ser recta, escalonada o en forma de V.
“Cuando los pacientes me preguntan por los resultados les tengo que decir que se van a ver algo diferentes pero desde luego mejor. El peso de la nariz en la cara es muy importante y la rinoplastia nos puede aportar elementos para mejorar su tamaño en cuanto a las proporciones faciales”.
En pacientes que haya que realizar grandes reconstrucciones, por accidentes, consumo de estupefacientes o cirugías motivadas por patologías oncológicas se puede necesitar una segunda intervención.
Esta segunda operación está particularmente indicada para pacientes que se hayan sometido a una rinoplastia parcial o a una incompleta. La rinoplastia secundaria se programa después de al menos 8-10 meses desde la primera operación, se realiza bajo anestesia local o general y proporciona tiempos de recuperación y recuperación postoperatoria similares a la primera operación, si no más cortos, según el caso. Los riesgos, sin embargo, pueden ser mayores en el caso de injertos de cartílago que podrían sufrir una reabsorción mínima y con el consiguiente cambio en la apariencia de la nariz.
Por lo tanto, la indicación de una cirugía secundaria y su planificación debe ser prescrita y planificada por un especialista.
Los expertos indican que los posibles efectos secundarios incluyen:
Los riesgos y las posibles complicaciones debidas a la operación quirúrgica pueden incluir: