Los tratamientos faciales son procedimientos unisex, muy prácticos y seguros que están al alcance de cualquier persona, gracias a su sistema de aplicación que no requiere de una hospitalización, no causan dolor y el tiempo de recuperación es mínimo. Estos tratamientos estéticos se utilizan para corregir cualquier imperfección que tenemos en la piel, mediante la eliminación o atenuación de diferentes signos de la edad: arrugas, las conocidas “patas de gallo”, manchas, flacidez facial, acné, entre otras. Se busca conseguir una hidratación adecuada al tipo de piel para rejuvenecerla dándole el brillo que necesita.
Los tratamientos faciales son procedimientos muy comunes en medicina estética, caracterizados por su practicidad al momento de la aplicación y porque no son procedimientos invasivos. Como lo comenta el Dr. Rafael Arenas, cirujano plástico certificado, todos son tratamientos restauradores que se alejan de los métodos tradicionales, son leves y con una recuperación inmediata. Están conformados, por procedimientos de diferentes tipos que buscan recuperar la luminosidad de la piel y rostro, ayudando a corregir todas las imperfecciones que deja el paso de los años.
Debido a la gran demanda, diferentes doctores o centros estéticos como el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, A.C. ofrecen una gran variedad de tratamientos faciales, obteniendo resultados inmediatos, tales como: rellenos faciales, toxina botulínica, mesoterapia, hilos, peeling facial, caroboxiterapia y microdermoabrasión, todo esto, para lograr limpiezas profundas y el rejuvenecimiento en nuestra piel.
Los tratamientos faciales se llevan a cabo en una sola sesión cuya duración está entre 30 - 60 minutos y no requieren ningún tipo de anestesia ni hospitalización. Es un procedimiento que se realiza directamente en el centro médico de tu elección, de ahí la importancia de que eliges bien.
Existen múltiples tratamientos faciales y cada uno de ellos es diferente; sin embargo, todos buscan mejorar el aspecto de la piel haciendo énfasis en los signos de envejecimiento, según la técnica aplicada. Algunos inician con una limpieza facial que ayuda a exfoliar y abrir los poros, luego se aplican las sustancias de acuerdo al tratamiento que se eligió, siguiendo las indicaciones de los especialistas.
A continuación presentamos algunos de los tratamientos faciales más utilizados por sus buenos resultados:
La piel de los 20 años se caracteriza por ser una piel tensa, firme y brillante debido a la alta producción de colágeno en el organismo, todo esto a partir de una célula denominada fibroblasto. Sin embargo, con el paso de años estas células se van perdiendo y hacen que el proceso de formación de colágeno sea más lento, es justo en este momento cuando se produce el envejecimiento celular. Los especialistas de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva afirman que empieza a partir de los 24 años y se acelera después de los 30 años, donde empezamos a notar las primeras líneas de expresión, arrugas y signos de flacidez. Este punto es clave, si sabemos en qué momento empieza a disminuir la producción de colágeno, lo ideal sería empezar con algún tratamiento facial inmediato, porque esto generará mejores efectos a lo largo de cada etapa.
Cabe señalar que todos los tipos de tratamientos faciales están asociados a las necesidades de cada paciente y a la edad, con lo cual, se suele iniciar con las limpiezas faciales, que son recomendables antes de llegar a los 24 años de edad. Estas ayudan ayudarán a hidratar tu piel, acompañadas de una rutina estricta para el cuidado de la piel que incluya cremas, faciales, exfoliaciones, etc.
Después de los 30 años, podemos optar por la aplicación de la toxina butolínica dos veces al año, ya que el efecto empieza a perderse a partir del cuarto o quinto mes de su aplicación y requiere de una nueva sesión. Pasada esta edad, se recomienda usar tratamientos con láser, generalmente para personas mayores de 40 años.
Por otro lado cualquier tratamiento que incluye láser es recomendado aplicarlo solo en personas mayores a 40 años.
Como lo señalamos anteriormente existen diferentes tipos de tratamientos faciales, a continuación veremos en qué consisten algunos de ellos:
Al momento de decidir hacer algún tratamiento facial es de suma importancia poder realizar una investigación previa de las distintas centros estéticos como clínica estética y regenerativa o especialistas en el tema. Se recomienda utilizar para búsqueda no solo por asociaciones médicas de cirugía estética reconocidas en el país, que califican y certifican a los médicos inscritos, como profesionales idóneos en el campo de la medicina, sino consultar algunas experiencias de pacientes. Además, se deberá visitar a varios especialistas, antes de tomar la decisión, porque el conocer diferentes diagnósticos y el poder establecer una relación de confianza con el médico, resultará definitivo para garantizar que el resultado del tratamiento sea un éxito.
En el caso específico de estos tratamientos, es necesario buscar un especialista en medicina estética facial, con conocimientos de anatomía porque en algunos tipos de tratamientos requieren la aplicación de inyecciones y es de suma importancia conocer el cuerpo; saber dónde inyectar y evitar efectos indeseables.
La función de los tratamientos faciales es corregir todas las imperfecciones que se van presentando a lo largo del tiempo, se busca desvanecer arrugas, manchas, marcas de acné, hidratar y dar más luminosidad a la piel, todo esto con resultados muy naturales.
Para poder obtener los resultados esperados con este tipo de tratamientos, es importante asistir a una primera cita en la que el especialista podrá hacer una valoración completa del estado de la piel, elegir el tratamiento más adecuado y explicarte a profundidad sobre los procedimientos, en qué consisten, plan de intervención y efectos a corto, mediano y largo plazo. Además, te podrá confirmar si eres apto para dicho procedimiento.
A lo largo de la sesión el especialista te podrá compartir fotografías de antes y después, experiencias y trabajos realizados, para que tú como paciente vayas conociendo los resultados que el especialista ha podido obtener a lo largo de su práctica, esto te permitirá sentirte mucho más cómodo y seguro.
Los tratamientos faciales tienen muchos beneficios, ayudan al cuidado de nuestra piel proporcionándole luminosidad y juventud mediante procedimientos sencillos, mínimamente invadidos que que no requieren hospitalización y cuya recuperación es más rápida pues no se necesita de reposo, con lo cual, podemos incorporarnos a nuestras actividades diarias de inmediato, Otras ventajas son:
Tanto los especialistas como los pacientes buscan como resultado, una piel más joven, hidratada y sin las imperfecciones que tanto agobio causan, modificar las anomalías producidas por el paso del tiempo y poder observar en un par de días o inmediatamente, una expresión más bella, radiante y natural mediante un cambio que no sea exagerado y no altere la expresión facial del paciente, para que se pueda sentir cómodo y seguro con su nuevo aspecto.
Como lo hemos venido señalando, estos tratamientos faciales no requieren hospitalización o cirugía, de modo que los resultados se empiezan a notar muy rápido, solo se recomienda esperar a que se desinflamen algunas áreas. Después de cada procedimiento es importante asistir a una cita para realizar una valoración o análisis del resultado y determinar si es necesario alguna otra aplicación, pues existen rellenos tipo toxina botulínica o ácido hialurónico que son temporales y requieren nuevas sesiones.
A continuación presentamos algunos tratamientos con los resultados esperados:
Por ser tratamientos que no requieren hospitalización no está establecido un tiempo de recuperación; sin embargo, se recomienda que el paciente retome sus actividades normales sin exigirse demasiado o exponerse durante largas horas al sol, por ello, no es recomendable ir a la playa o piscinas. Además, el uso de crema solar cada día es indispensable, independientemente de las condiciones climáticas, porque esto ayuda no solo al cuidado básico de la piel sino a mantener los resultados obtenidos con el tratamiento.
Otro de los temas importantes es el ejercicio, puedes realizar ejercicio siempre y cuando sea de poco esfuerzo, todo esto con el fin de que las sustancias se integren perfectamente a la piel y no se presente ningún efecto secundario.
Como organismos diferentes que somos, la piel reacciona de diferente forma según cada tratamiento; sin embargo, existe la posibilidad de presentar riesgos o complicaciones comunes. Aunque los efectos secundarios de los tratamientos faciales son casi nulos, existen algunos casos en que se presentan síntomas como: enrojecimiento, ardor o hematomas leves. Si después de la aplicación aparece algunos de estos síntomas no hay de qué preocuparse, estos se eliminan en un corto periodo y hacen parte de la recuperación.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que si se va a realizar un tratamiento que consta de inyectar alguna sustancia, el especialista deberá conocer la anatomía del paciente para evitar cualquier riesgo y complicación.
Estos tratamientos están diseñados para cualquier persona que goce de buena salud. No obstante, el Dr. Rafael Arenas señala que los tratamientos faciales que incluyen sustancias inyectables no son aptos para personas en periodo de embarazo o lactancia.
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