El traumatismo dental
Los traumatismos dentales ocurren con mayor frecuencia en la población de edad pre-escolar y escolar, siendo el segundo motivo de consulta odontológica de emergencia después de la caries. En jóvenes los accidentes bucodentales se presentan debido a la práctica de deportes, por lo que es importante contar con las protecciones corporales adecuadas para evitar lesiones severas.
Este tipo de accidentes por lo general se presentan con mucha hemorragia e inflamación, lo cual a primera vista impresiona a los familiares o personas presentes durante el accidente, es importante guardar la calma, reconocer el tipo de lesión y recordar las siguientes recomendaciones.
En primer lugar encontramos la concusión, la cual se produce cuando un diente recibe un golpe sin afectar los tejidos calcificados, por lo general el diente afectado se encontrará muy sensible al tacto, sin embargo no hay desplazamientos y puede existir cierto grado de movilidad. A pesar de no ser una lesión grave, es indispensable la valoración por parte del odontólogo para llevar un seguimiento del estado de la vitalidad de la pulpa (nervio) por lo menos durante un año y evitar complicaciones a futuro.
Otro tipo de lesión dental es la fractura coronal, ya sea complicada o no. Este tipo de traumatismo se presenta con pérdida de algún tejido que integra el diente, ya sea esmalte, dentina y en casos más complicados y severos afectación de la pulpa. Ante este tipo de traumatismo es muy importante tratar de recuperar el fragmento fracturado y entregárselo al odontólogo para que valore la posibilidad de reconstruir el diente afectado.
Dentro de las lesiones traumáticas más graves encontramos la avulsión, que se produce cuando un órgano dentario se sale completamente del hueso alveolar debido por lo general a un golpe extremadamente fuerte, es predominante en niños de entre 7 y 10 años de edad, ya que en ésta etapa de la vida los pequeños son muy hiperactivos. Afortunadamente es uno de los traumatismos dentales con menor frecuencia, sin embargo en este tipo de lesiones el pronóstico se ve comprometido en relación al tiempo desde que ocurre el accidente hasta el momento en que se recibe la atención profesional.
Si se presenta ésta emergencia es fundamental recuperar el diente sin tocar la raíz (no enjuagarlo o limpiarlo) y colocarlo lo más pronto posible en un recipiente con leche (Esto permite la conservación de las células por no más de 1 hora) y trasladarse de inmediato al consultorio dental.Actualmente disponemos de tratamientos que permiten reimplantar el diente desalojado del hueso obteniendo resultados favorables en pacientes atendidos oportunamente y por odontólogos debidamente entrenados en el manejo del trauma dental. Sin embargo lo más importante sigue siendo la prevención y la valoración estomatológica cada 6 meses.
Dr. Gerardo Eguia PastranaOdontología | Traumatología Dental
