Ginecomastia y la masculinización del tórax
La cirugía de ginecomastia está indicada para todo aquel hombre que padezca de aumento de volumen o desarrollo de la glándula mamaria. La cual se puede presentar en cualquier momento de la vida y no depende de la obesidad estrictamente ni de factores hormonales como única causa. Es por ello que ponemos a tu disposición este tratamiento quirúrgico para manejo definitivo de este problema.
La ginecomastia o desarrollo de la glándula mamaria en el hombre es un problema de salud que se puede presentar en cualquier punto de la vida y desarrollo de la vida del varón. Se puede presentar en la adolescencia, en la adultez, en la vida mayor o en la vejez, pero los factores pueden variar en cada etapa. Puede tener un origen genético, alimenticio, metabólico, o secundario a la ingesta de alcohol, acompañado o no de obesidad.
- Cuando se presenta en paciente joven y delgado, a veces la manifestación solo es como un botón mamario que se desarrolla muy poco, pero que resalta a la ropa, ya que si el paciente es delgado se marca como una ligera elevación.
- También se puede presentar en pacientes atléticos y que muestran desarrollo muscular, de pectorales, de músculos dorsales y hombros, que pese al ejercicio y la quema de grasa, la glándula no reduce, pues porque se trata de glándula desarrollada y no precisamente de grasa.
- En el paciente que ingiere abundante carne roja y cerveza se acompaña de obesidad central, tratamos de modificar los hábitos alimenticios, pero a veces el paciente no puede desprenderse de sus hábitos de vida. En tal caso solo hacemos la resección de la glándula sin lipo y otro procedimiento para que no modifiquemos el contorno corporal y el tórax sea adecuado o armónico al resto del cuerpo.
- En el paciente obeso que presenta esta ginecomastia, que además se extiende hasta la parte lateral del tórax, hacemos una resección más amplia para quitar estos rollos laterales y pueda quedar más regular al contorno. A veces este procedimiento en estos pacientes se solicita no tanto con fines estéticos, el paciente acude, ya que esta flacidez cutánea y exceso de glándula en el área condicionan un constante sudor e irritación en la piel que les puede originar recurrentes infecciones, rozaduras o formación incluso de granitos que se infectan (glándulas sebáceas o sudoríparas que se infectan e inflaman).
Este problema origina un poco de inseguridad, ansiedad y puede llegar a limitar el desarrollo social en los jóvenes y adolescentes, ya que a veces evitan las actividades deportivas y esparcimiento (como convivencias en alberca) y también afecta la vida íntima al tratar de interactuar en la intimidad por con una persona.
Este problema de salud se puede evaluar al momento de la consulta presencial o en línea y determinar la posible causa, así como elegir un tratamiento y presupuesto individualizado de acuerdo a la severidad de la afección.
El tratamiento definitivo generalmente es quirúrgico. No recomendamos como único tratamiento la liposucción porque se aspirará parte de la glándula, pero no se resecará en su totalidad y los remanentes de glándula pueden volver a desarrollarse al paso del tiempo. Es por ello que nosotros en SBELTA recomendamos la resección en bloque de la glándula a través de una herida al rededor de la areola.
Existen casos en los que hay piel excedente y en tal caso también debemos hacer el corte de esa piel redundante ya sea a través de la misma herida al rededor de la areola o en escasos casos se requiere de otra herida para dejar un tórax que cumpla con los estándares y objetivos estéticos de un tórax masculino.
En pocos casos, pero se ha presentado la ocasión que se requiera una herida grande y extendida en la base del pectoral y reimplantar la areola y el pezón como un injerto, en tales casos también hemos tenido resultados favorables en cuanto a la integración del injerto, logrando un aspecto masculino del tórax.
El período de recuperación es variable, pero se recomienda un tiempo de reposo de dos semanas. Se colocan unos drenajes que se retiran habitualmente a la semana, tiempo en el que el paciente ya será más independiente para realizar actividades por sí solo como lo es conducir el auto, por ejemplo.
Se recomienda no hacer esfuerzos, no cargar cajas, maletas o mochilas mayores a 10 kg de peso, no hacer esfuerzos de jalar o empujar, evitar estar agachándose o estirándose al alcanzar objetos durante al menos una semana.
La mayoría de los pacientes preguntan el tiempo en que podrán volver a su rutina del gimnasio. Recomendamos suspender actividad física de 3 a 4 meses, tiempo en el que comenzamos con un poco de ejercicio de cardio como es caminadora, escaladora elíptica evitando los ejercicios de alto impacto o de esfuerzo pectoral, pueden trabajar piernas y glúteos pero no tren superior. El ejercicio pectoral y de espalda lo podrán ir iniciando de acuerdo a tolerancia los 2 meses de la cirugía, pero si levantan pesas, esto lo podrán realizar después de los 3 meses de la cirugía.
Es importante seguir las indicaciones médicas y el reposo, ya que de no hacerlo se pueden presentar algunas complicaciones como lo son sangrados, acúmulo de sangre (hematoma), acúmulo de líquido de inflamación (seroma), sufrimiento de alguna área de la piel, asimetrías.
En nuestro paquete siempre incluimos los gastos de quirófano, honorarios médicos y dos chalecos y esponja especiales. La anestesia es regional, esto es un piquete en la espalda o la llamada raquia, con lo que logramos dormir tórax y brazos como en una barra y así trabajar el área sin dolor mientras el paciente está despierto y consciente, pero sedado y relajado lo cual vuelve más seguro el procedimiento.