¿Qué es y cómo tratar el lipedema?
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Hasta el día de hoy el lipedema es una enfermedad poco conocida, pero significa grandes padecimientos a quien es la presentan. Este tratamiento también suele conocerse con diferentes nombres: síndrome de piernas gruesas, síndrome de grasa dolorosa, síndrome de la inflamación.
En muchas ocasiones es común que este síndrome se confunda con la presencia de la celulitis, sin embargo, no son lo mismo. Si bien sabemos, la celulitis lejos de ser un dolor de cabeza para las mujeres que la presentan, es una grasa que se encuentra a nivel superficial, mientras que, el Lipedema presenta una acumulación excesiva de tejido graso a un nivel más profundo.
Por otra parte, el lipedema también se llega a aparecer con la presencia de celulitis, es decir, si la persona parece lipedema también manifiesta celulitis. Sin embargo, este síndrome se distingue por manifestarse en otras zonas corporales: cadera que se extiende hasta los tobillos, efecto que no sucede con la piel de naranja.
También ocurre que el lipedema se llega a confundir con el Linfedema. Asimismo, si no hay una correcta circulación de la linfa a causa del lipedema, se puede originar un linfedema.
Origen de esta enfermedad
Inmediatamente logramos asociar una acumulación de grasa con una alimentación desequilibrada, o bien, relacionamos a ésta con una vida sedentaria; no obstante, no siempre es así. Así como la celulitis aparece de forma inesperada en mujeres tanto con sobrepeso o delgadas, el lipedema también se puede manifestar.
Como es en el caso de la celulitis, que en ocasiones aparece pese a llevar una dieta sana y una vida sumergida en el ejercicio, el Lipedema también termina por aparecer. A este síndrome se le asocia principalmente a que depende de factores genéticos; sin embargo, se puede agravar por algunos factores externos. En general, nadie se encuentra a salvo de no padecerlo.
Los especialistas determinan que, así como la celulitis afecta en su gran mayoría a las mujeres, el lipedema también lo hace; no obstante, el hombre presenta un porcentaje casi nulo de casos por este síndrome.
Un problema que afecta la estética y la salud
Sabemos que la acumulación de grasa siempre afecta considerablemente la estética de la persona, puesto que padecer a ésta, significa que determinadas partes corporales luzcan desproporcionadas.
No obstante, este síndrome no sólo representa un problema a nivel estético, puesto que también afecta considerablemente la salud de quienes la padecen. A diferencia de la celulitis, en la que la acumulación de grasa no produce molestias, en el caso del lipedema sí ocurre.
Las molestias en este síndrome surgen porque los vasos linfáticos se comprimen, entonces se reduce la capacidad de transporte de la linfa y ello origina un aumento de la fragilidad en los capilares sanguíneos; por tanto, la circulación de retorno se ve averiado. Todo este proceso interrumpido significa gran malestar y dolor; además, quienes la padecen también presentan pesadez de piernas.
El problema se agrava más cuando no hay un eficiente transporte de la linfa, lo cual se puede convertir en Lipolinfedema. Pero, en casos más graves, esta enfermedad impide a las personas la capacidad de poder caminar.
¿Cuál es el tratamiento que la combate?
Pese a ser una enfermedad grave, por el hecho de acumular exceso de grasa y todo lo que ello implica, sí existe una solución y es mediante la liposucción.
En el caso del que el sistema linfático resulte atrofiado, será necesario realizar una liposucción tumescente. Te cuestionarás cuál es la diferencia entre esta liposucción y la tradicional; en el caso de la tumescente se requiere succionar la grasa para después infiltrar una solución anestésica que protege los conductos linfáticos a fin de que no resulten averiados durante el procedimiento.
En este caso, la liposucción del lipedema, conlleva el mismo procedimiento que una liposucción convencional. Este tan reconocido procedimiento permite eliminar los cúmulos de grasa: se reduce el nivel de adiposidad. Asimismo, el cirujano puede trabajar el contorno de las piernas. Aunque, la principal diferencia se marca en el postoperatorio, puesto que la recuperación conlleva realizar drenaje linfático. Durante esta etapa es normal que se forme un edema extenso.
Otros tratamientos para combatir el lipedema
Gracias a la medicina estética y su variedad de tratamientos, ya existen soluciones para terminar con la grasa localizada y no sólo se habla de la celulitis, si no también de aquella grasa que origina el lipedema. Entre los tratamientos más concurridos son: mesoterapia o drenaje linfático.
No obstante, pese a que los tratamientos realizan una eficiente labor, no consiguen eliminar en su totalidad la grasa localizada; para ello será necesario adentrarse al quirófano y optar por la liposucción.
¿Los resultados son definitivos?
Al tratarse de una enfermedad que se relaciona con la grasa, los resultados no son definitivos. Hasta el día de hoy, el lipedema es una enfermedad que no tiene cura. Conforme transcurre el tiempo, la grasa vuelve a reaparecer; es por ello que se recomienda a las pacientes que padecen este síndrome que constantemente se sometan a tratamientos que les ayuden a controlar su exceso de grasa, por ejemplo: mesoterapia, presoterapia, ondas de choque, radiofrecuencia…
Este tipo de pacientes se les recomienda realizar actividad física, ya que es un excelente aliado para lograr que los resultados sean satisfactorios.
Es necesario que esta enfermedad se encuentre supervisada únicamente por médicos especializados, quien es el indicado para dar soluciones adecuadas.
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