¿Se pierde volumen tras un aumento de pecho a causa de la desinflamación?
No es ningún secreto que la cirugía de aumento de busto es una de las más solicitadas por las mujeres en un rango de edad de 20 a 40 años. En la actualidad el aumento de busto es una intervención sencilla, con un postoperatorio no complicado; tampoco acarrea problemas siempre y cuando se siga las indicaciones del especialista
Pese a que es un procedimiento estético con mayor demanda y se tiene profundo conocimiento de éste, a la fecha siguen surgiendo dudas. Entre las interrogantes más frecuentes encontramos: ¿Es verdad que el pecho pierde volumen a causa de la desinflamación?
Todas las intervenciones quirúrgicas afectan directamente el cuerpo y a los tejidos, los cuales resultan inflamados. Otro de los efectos secundarios después de toda intervención es la aparición de algunos hematomas.
Es muy habitual que después de un aumento de busto la paciente porte un sujetador especial, este debe ser deportivo. Al igual, durante el primer mes es común que la zona tratada se encuentre inflamada; por lo tanto, es importante tomar en cuenta que el tamaño del pecho no va ah ser definitivo como se observa en las primeras semanas. Este aspecto se debe a la inflamación que se produce y a la deformación artificial que se produce. Claro, todo dependerá de la paciente, puesto que no todos los organismos presentan la misma reacción. Por ejemplo, en pacientes jóvenes la deformidad es más notable; en el caso de las mujeres mayores que ya son madres, presentan pechos más caídos y se consigue antes una forma redondeada y atractiva.
Al momento de que el especialista coloca las prótesis, el tejido se fuerza para lograr que los implantes tengan la cavidad necesaria y espacio para que se adapte a su nuevo tamaño de mama. Por lo cual, es completamente normal que durante las primeras semanas los pechos no luzcan redondos y se vean inflamados.
Verdad o mentira de la pérdida de volumen
Después de que la zona tratada muestre su recuperación, la paciente observará el volumen que deseaba tener en su pecho; aunque, debe ser consciente que los resultados finales tardan en aparecer.
Es normal que al transcurrir algunos meses, los tejidos se estiran y el cuerpo se adapta al nuevo volumen de las prótesis. Es común que al principio las mamas luzcan altas, pero conforme pasa el tiempo poco a poco se van situando en su posición definitiva hasta lograr centrarse con respecto al pezón.
Por este defecto es que la mayoría de las mujeres creen o consideran que se ha perdido volumen; pero no es así, esto se debe a la total integración entre el pecho y el implante. Este acontecimiento provoca que la mujer note que su pecho se encuentra más abajo; pero en realidad, el volumen es el mismo, lo único que ocurre es que se distribuye donde debe estar.
El ajuste de la prótesis
En el postoperatorio la zona de los pechos poco a poco se va sanando y se desinflama; es en este momento cuando la prótesis se empieza colocar en lo que será su lugar definitivo. La distancia entre el pezón y el polo inferior del pecho se alarga debido al peso de la misma prótesis y es por ello que ocasiona más distensión en la zona. Si lo entendemos, al estar más larga la línea que une al pezón con el polo inferior, se cree el pecho está más bajo, pero en realidad no es así. La cirugía de busto en ninguno aumento provoca que la mamá caiga después de un aumento por implantes; lo único que sucede es que el pezón se desplaza hacia la parte superior, es decir, sucede todo lo contrario: se eleva.
Este fenómeno tan particular y tan preocupante para la mayoría de las mujeres se produce independientemente del tamaño de la prótesis que se ha utilizado. Todo implante ocasiona que el polo inferior se molde. Incluso en los implantes atómicos se puede apreciar este suceso. Al tratarse de implantes redondos submusculares, el efecto no es tan marcado; se puede producir o no.
Sus efectos
En los efectos encontramos el psicológico y el óptico. Los cirujanos o especialistas piensan que la pérdida de volumen de las que hablan algunas pacientes es debido a un efecto óptico y no de la realidad. Anteriormente mencionamos que la distancia se amplia entre el pezón y el polo inferior, puede parecer que se pierde volumen, pero en realidad no es así.
En cambio, a nivel psicológico los especialistas mencionan que es necesario un tiempo para que la paciente se adapte al cambio. Es muy frecuente que en un principio la mujer que se ha operado sus pechos los vea incluso más grande de lo que en realidad deseaba, pero conforme transcurre el tiempo se va acostumbrando a su nuevo volumen e incluso lo nota reducido.
La paciencia, tu mejor aliada
En el caso del aumento de busto, el postoperatorio no es muy largo, incluso en algunas semanas la paciente puede reincorporarse a su vida normal. Sin embargo, pese a que el postoperatorio no es complejo y es corto, no significa que se olvide de invertir los cuidados necesarios y de tener tiempo para que el cuerpo se amolde al implante. Es por ello que se habla de una recuperación total cuando han transcurrido 12 meses después de la cirugía. Después de ese periodo es cuando se bebe hablar de resultados definitivos.
La recuperación de una aumento de busto es larga. Lo que puede hacer es invertir todos los consejos que su cirujano le ha brindado y debe evitar faltar a revisiones, ya que ello puede diagnosticar a tiempo cualquier tipo de inconveniente. En este caso, el acudir a revisión es el cirujano quien identifica si realmente el pecho pierde volumen o únicamente se trata de un proceso normal que se vive en la curación.
Como consejo, se te recomienda que nunca te quedes con dudas, es necesario que expreses el cirujano toda inquietud que tengas. Después de la intervención y pese a seguir todos los cuidados presentas alguna molestia o los resultados que observas no son los esperados, es importante que lo consultes con el cirujano. De igual manera, es relevante que te informes o asesores sobre todo lo que implica el proceso de recuperación; cambios que experimenta el organismo tras un aumento de busto. El que te informes antes de someterte a dicho procedimiento quirúrgico, te ayudará a entender mejor los cambios que experimenta tu cuerpo. De esta manera estarás más tranquila y más preparada al momento de afrontar los cambios. Incluso, podrás distinguir los riesgos que van mal en tu cirugía.