Filtros belleza en las redes sociales ¡Qué sí y qué no!
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Con la ayuda de los filtros y un par de clics es posible tener una piel perfecta, luminosa, tersa y sin ninguna arruga en cuestión de segundos. Seguramente ya probaste alguno de los filtros de tendencia para lucir unos ojos más grandes con unas pestañas prominentes y un maquillaje espectacular, o ¿ya usaste alguno para redefinir el contorno del rostro y tener una cara más ovalada, con los pómulos más marcados? ¿Y el que te hace lucir unos más gruesos y carnosos tipo Kim Kardashian? Ya sea en Instagram, Tiktok u otra red social, lo claro es que ya forman parte de nuestro día a día. Sin embargo, ¿qué tanto están relacionados con la realidad? ¿Los filtros son solo una fuente de inspiración? ¿Pueden generar una distorsión de la realidad?
Actualmente, existe una gran variedad de filtros, una varita mágica que tenemos en nuestras manos para transformar una imagen casi instantáneamente, rejuvenecer y cambiar lo que no nos gusta de nuestra cara: redefinir el rostro, eliminar los cachetes, eliminar la giba nasal o tener una nariz más respingada sin una cirugía plástica. Los efectos de los filtros en tendencia son muy fáciles de conseguir y difíciles de resistir, al menos por diversión o pasatiempo. Sin embargo, las alertas en su uso también se encienden y por eso, debemos ser muy cuidadosos en cómo y cuánto los utilizamos.
Cambios físicos basados en fotos editadas y con filtros
Un estudio publicado recientemente por la Asociación Alemana de Cirujanos Plásticos Estéticos (VDÄPC) menciona que cada vez son más los pacientes jóvenes, sobre todo, los que solicitan cambios y modificaciones estéticas basadas en fotos editadas. En México, tampoco es raro que los pacientes se presenten a consulta con una foto editada, con fotografías tomadas en ciertas posiciones o con un filtro.
Así lo confirma el Dr. Ángel Mendoza, médico estético especialista en tratamientos de rejuvenecimiento facial quien señala que al trabajar con pacientes que buscan realzar su belleza y usar técnicas de armonización facial y mejoras físicas de los “defectos” o aspectos que no nos gustan de nuestro físico, es común encontrase con este tipo de situaciones.
“No es raro que el paciente, antes de venir a consulta, ya tenga antecedentes de realizarse dichos cambios faciales de manera digital … En mayor medida, editando fotos donde disminuyen el cachete, blanquean los dientes, con retoque del pómulo o disminuir zonas con grasa localizada”, expresa.
Sin duda, los filtros y este tipo de herramientas pueden ser útiles a la hora de imaginar y mostrar una imagen que cumpla con las tendencias de belleza.
- Puede ser una herramienta para divertirse e interactuar con otras personas
- Pueden ayudar a aumentar la confianza en las redes sociales
- Además, los filtros son una herramienta útil para imaginar los resultados de una rinoplastia por ejemplo, o un aumento de labios o de pómulos.
- Estos filtros pueden dar una idea de como esos cambios físicos podrían repercutir en la vida diaria, un posible aumento de autoestima, de seguridad y confianza más allá de una pantalla.
La edición de fotos y la aplicación de filtros puede ser una herramienta muy valiosa para imaginarte y vislumbrar con algún cambio que deseas, pero también podrían generar una percepción distorsionada de la realidad.
Además, no es lo mismo utilizar un filtro que emula el maquillaje y en un clic tienes delineador o labial que usar uno que simula una cirugía plástica.
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Obsesión por aparentar “ser perfectos”
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas al intentar mostrar “nuestra mejor cara” en las redes sociales. La “presión social”, el estar rodeados de cuerpos y rostros ideales en las redes sociales y querer alcanzar esos parámetros inalcanzables son aspectos que se tienen que tener muy presentes. Precisamente, la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica ha informado recientemente que la presión social por parecer perfecto ha generado que cada vez más personas jóvenes acudan a consulta con el deseo de parecerse más al reflejo de sus filtros, cirugías relacionadas con la asimetría facial, la caída de párpados y el aspecto de la nariz. Situación que preocupa porque muchas veces son estándares difíciles de alcanzar.
Es decir, un filtro, o algunos de ellos, que podrían emplearse de manera positiva terminan por convertirse en un estrés y preocupación, “que incluso pueda llevar a que una persona tenga una completa disforia al ver su cuerpo lleno de imperfecciones que realmente no lo son… son solo el cuerpo de la persona… pero sin filtros” destaca el Dr. Mendoza.
El estrés, la preocupación o la necesidad de mostrarse perfectos, de no mostrar defectos, de querer ser como “los influencers o artistas” o tener más likes puede generar que el uso excesivo de filtros, por ejemplo se nos vaya de las manos y nos alejemos o perdamos de la realidad. “… Es muy fácil perderse en el mundo digital y despreciar la verdadera realidad física buscando los remedios más fáciles para aparentar ser algo que no son…” menciona el especialista.
Posibles efectos negativos del exceso de los filtros
- Aislamiento social
- Disminución de la autoestima
- Y una falta de aceptación del cuerpo verdadero, queriendo siempre cambiarlo y corregirlo con lo que sea para parecerse al avatar digital que se ha construido.
El uso de los filtros también responde a los tiempos de inmediatez que vivimos. Todo lo queremos para “ya” y cada vez tenemos menos paciencia y buscamos estímulos y satisfacciones inmediatas. El Dr. Ángel Mendoza también hace énfasis en esta “recompensa rápida” y en la falta de definición y aceptación de identidad, principalmente en los jóvenes
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Medidas sin filtro
Por este motivo, diferentes asociaciones de medicina y cirugía plástica a nivel internacional, como la VDÄPC, también señalan la necesidad de señalar o etiquetar las imágenes editadas y con filtros, como ya existe en Israel, Noruega, Francia, Austria e Inglaterra. Además, sugieren que debe quedar claro quién ha editado las imágenes, para que, de esta manera, sepas desde el inicio que se trata de una imagen “mejorada con tecnología” y evita falsos deseos o comparaciones.
Incluso, en el mundo de las influencers también hay movimiento para resaltar la naturalidad, ya que son muchas las creadoras de contenido que se muestran en contra de los retoques extremos. En 2021, ante la ola de imágenes con retoques excesivos y los efectos negativos hacia los más jóvenes, la influencer Sasha Pallari impulsó el hastag #FilterDrop para reivindicar la naturalidad en los estándares de belleza “alejados de la realidad”, este movimiento fue la antesala para que el Advertising Standards Authority, el organismo británico de autocontrol publicitario pusiera manos en el asunto.
Los especialistas también desaconsejan en general la cirugía plástica con fines 100% estéticos en los menores. El Dr. Esteban Torres de la SCCP reitera que es muy importante que los pacientes más jóvenes tengan la madurez necesaria “para frivolizar la cirugía y dimensionar adecuadamente qué se puede conseguir sin filtro su qué no”.
Cambios reales #Morefillerslessfilters (Másrellenosmenosfiltros)
El impacto de la realidad virtual es cada vez más fuerte y aunque avanza a pasos agigantados no puede hacer un lado el protagonismo de la vida real. Por eso, aun cuando los filtros nos proporcionen una imagen, esta se va a reforzar o se va a derrumbar en los encuentros “reales”, sin pantallas y nos miren a los ojos.
Por este motivo, los especialistas recomiendan hacer cambios desde el interior, en tus pensamientos y en la vida real para realmente sentirte mejor.
En este caso, también se sugiere hacer “cambios de verdad” para mejorar realmente y no solo aparentar. Así como lo indica el hashtag #morefillerslessfiltres “más rellenos y menos filtros”, que vemos como eslogan de clínicas de belleza y cada vez encontramos con mayor frecuencia en diferentes publicaciones de redes sociales. Es eso sí, si hablamos de medicina y cirugía estética es una recomendación siempre y cuando se trate de mayores de edad). Por ejemplo, realizar un tratamiento de rejuvenecimiento facial si queremos lucir una piel más humectada y luminosa o un tratamiento de rinomodelación para mejorar la apariencia de la nariz. Afortunadamente, actualmente, la cirugía y medicina estética cuenta con una extensa variedad de tratamientos estéticos en las zonas del cuerpo que no nos gustan o queremos mejorar.
Mejorar algún rasgo facial como la nariz, labios, o alguna estructura ósea con una rinoplastía, una rinomodelación, un aumento de labios con ácido hialurónico, etc.
“No importa el filtro, no importa el software, si es Instagram o TikTok, un cambio físico con técnicas estéticas supera con creces lo que se pueda lograr con edición digital”, destaca el Dr. Mendoza.
Recomendaciones generales
Inodependientemente de sí decides retocar tus fotos, utilizar filtros o realizarte cualquier tipo de tratamiento de medicina o cirugía estética, la basde de todo es que tengas una buena relación contigo mismo, que te escuches, te valores y te aprecies de fondo, independientemente de los efectos de un filtro o de cualquier situación externa, bien dice el dicho "nada con exeso, todo con medida" y teniendo claros tus obejtivos. Si, detectas que tú o algunos de tus conicidos se encuentra confundido o está perdiendo el suelo, no dudes en consultar a tu especialista para que pueda orientarte de la mejor manera.
Bibliografía
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